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APERTURA PRECISA, 1996
[Convocatoria libre de acciones durante ARCO 96 junto al stand de la revista Aire]
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Justo cuando llega mi turno en la convocatoria no oficial de acciones en Arco Acción (junto al stand de la revista AIRE), la sesión es interrumpida por los agentes de seguridad. La gente comienza a dispersarse. En ese momento alzo la mano y muestro un huevo de gallina. Los asistentes se dan cuenta y comienzan de nuevo a reagruparse. Me dirijo con el huevo en alto hasta una papelera bajo la mirada incrédula e impotente de los agentes. Junto a la papelera saco de mi gabardina un rotulador y comienzo a dibujar segmentos, una suerte de ecuador alrededor del huevo. Una vez trazada la línea discontinua sitúo el huevo sobre el filo de la papelera y trato de cascarlo sin éxito por la línea proyectada. Una vez roto de manera absolutamente imprecisa, mucho menos abierto por donde había señalado la línea de segmentos, lo tiro a la papelera. Ahora sí termina de dispersarse el público y la seguridad del recinto se relaja.
En este caso, el título también responde a una cierta obviedad, la de la imposibilidad de cascar un huevo, o la “realidad”, por donde se nos antoje deterministamente. La vida siempre responde a nuestras predicciones y proyectos con sus propias dinámicas autónomas, a menudo dejándonos tan descolocados como en este caso lo fueron, anecdóticamente, los agentes de seguridad del recinto ferial.